Sé que algo se me escapa, algo muy importante entre la relación de Van y yo, sin embargo un estruendo me distrae, acompañado de un montón de gritos provenientes del salón. Intento ponerme en pie pero, aun estoy muy débil y Van me ayuda a vestirme.
El salón tiene las puertas entreabiertas y escucho la voz grave de mi padre y, la aguda de mi madre enfrentándose. Paro a Van por el codo y le indico que guarde silencio para poder escuchar la conversación - si se puede llamar así-, al lado de la puerta.
-Te lo juro Oly, ¡te lo juro que no tengo nada que ver!- insiste mi padre,- cualquier ataque perpetuado contra Shawn ha sido organizado a mis espaldas.
-Pues menudo Rey estas hecho…-bufa mi madre.- Pero te digo una cosa Uriel, escúchame bien, han mordido dos veces ya a Shawn, un mordisco más y un intercambio de sangre y, ¡sabes lo que ocurrirá!
-Eso no ocurrirá, no si yo…
-¿No si tú qué? Si eres incapaz de controlar lo que ocurre entre tus políticos… Te prometo que, como conviertan ha Shawn en un vampiro de una forma tan atroz, ¡no podre, ni hare nada para refrenar a los sublevados!
-¿Te estás oyendo? TÚ eres la primera ignorante, ¿sabes que tu pueblo está amenazando de muerte a nuestra hija?
-¿¡Qu-que!?- el asombro es palpable es su voz.
-Shawn, entra.
No sé en qué momento Uriel me ha descubierto espiando, así que entro cabizbaja seguida por Van, que se queda unos pasos detrás de mí.
-Mi niña, ¿es verdad eso?
Suspiro.
-Sí, no sé quién está detrás de las amenazas pero, es cierto- no sé porque, prefiero obviar la parte en la cual se que Shane es quien me amenaza.
Y se hace silencio. Últimamente, me estoy haciendo una gran seguidora a los silencios incómodos y sé que en estos momentos, mis padres hablan telepáticamente, porque solo asienten o niegan con la cabeza, mientras de miran el uno al otro.
-Shawn- rompe el silencio mi padre,- dado que ambas partes nos están traicionando, debemos buscar un sitio donde esconder, por tu seguridad… y contratar a alguien que te proteja.
- Yo puedo hacerlo- conviene Van.
-¿Y tu quien eres?
-Soy un cambiaformas del este, mi nombre es Van Allen y pienso dar mi vida por vuestra hija, si es preciso.
- Entiendo…- murmura mi padre sin sacarle los ojos de encima.- Mas solo tú no es suficiente…
Sorprendida por la declaración de Van, me siento doblemente alucinada cuando oigo:
-¿Podéis confiar en Lurik? Ha estado con ella desde hace unos días, ayudándola.
-Sí, lo llamare.
Dicho eso, nos invitan a retirarnos y Van me sigue hasta el patio trasero, donde me siento pensativa en una banco de madera pulida. Sé que la relación entre mis padre está en la cuerda floja y eso me espanta, ellos son el punto de apoyo de todo mi mundo, si se separan, este se derrumbara sobre mí. Por otro lado, la declaración y propuesta de Van me chocan.
-Van, ¿porque antes has propuesto a Lurik?
-Pues…aunque haya algo en el que me dice que no es de fiar, ha demostrado que importas y, ante todo, esta tu seguridad y, por mal que me pese yo solo no puedo protegerte.
-Entiendo… ¿y es verdad que darías tu vida por mí?
-Totalmente Shawn.
Sus ojos se posan en los míos penetrantes y tengo la sensación de que en cualquier momento el corazón se me saldrá por la boca. Inconscientemente miro sus labios y deseo besarlo. Recuerdo el tema de antes e intento abordarlo de alguna manera pero, poco a poco se va acercando a mí y, las palabras parecen haberse esfumado de mi vocabulario.
Falta un milímetro para que nuestros labios se rocen e impaciente acorto la distancia, haciendo que se rocen suavemente nuestros labios y…suena un móvil, ¡un puto móvil!
Se separa de mí con fastidio y mira la pantalla, que provoca un cambio radical en su expresión y su cara, la cual se torna blanca. Se sale del banco y se distancia para conseguir intimidad y tras escuetos movimientos de cabeza, afirmando, cuelga y se queda parado.
-¿Qué sucede?- le pregunto desde atrás.
Le veo temblar y apretar los puños.
-Se que te dije que no te abandonaría pero, tengo que irme Shawn…
-¿Qué? Pe-pero, ¿Por qué?
-Me acaba de llamar mi madre diciéndome que van a sacrificar a mi hermana por haber deshonrado la familia, desobedeciendo la orden del alfa y no asumiendo mi castigo.
Sé que sus temblores son por la rabia y la impotencia y, le oigo llorar. Aunque mi parte egoísta quiere que Van no se vaya, comprendo su situación y, le abrazo por detrás.
-Van, no es tu culpa. Iremos juntos y rescataremos a tu hermana y lue…
-¡No!-se gira y me afronta con la mirada enrojecida.- No voy a ponerte en peligro Shawn. Iré yo solo pues es mi culpa que Merle esté en problemas. La rescatare y vendré a protegerte, te lo juro.
Me coge la cara entre ambas manos y me besa. El gesto es mucho más que eso, es un gesto implícito, como un pacto y sé que cumplirá su juramento, que volverá a por mí.
-De acuerdo Van, te esperaré.
Van me mira y mientras nos sonreímos va retrocediendo, nos despedimos con la mano e intento apurar su imagen como si fuera la última vez que le veré, se gira y su cuerpo entero se transforma en una preciosa águila que eleva el vuelo hacia la oscuridad de la noche.
Tengo la certeza de que algo irá mal, no sé porque pero en mi interior se acrecienta un sentimiento de inseguridad y necesito algo que me relaje. No quiero entrar en la casa, ya que el clima es bastante hostil y no me apetece escuchar a mis padres pelearse.
Soy consciente de que lo que voy a hacer es una absoluta y completa locura y, solo por eso, me decido a llevarla a cabo. Me dirijo al garaje y busco a tientas la caja de llaves, de la cual sustraigo un llavero con un casco colgando.
La llave pertenece a una moto negra preciosa con la que aprendí a ir en este tipo de motos sin caerme. Como siempre a escondidas de mi padre, el jardinero armado de paciencia me enseño lo básico para poder montar sin matarme.
La empujo hasta las afueras de la casa, para no alarmar a nadie con el ruido del motor y me pongo en marcha dirección al lago de mi infancia, que me trae tantos bellos recuerdos. El camino es largo y angosto mas, después de dos horas, consigo divisarlo y aparco al lado de una de las orillas.
Es un gran lago alargado, en el cual se puede ver el otro extremo de enfrente pero, no el final de este a los lados. Se encuentra rodeado de un espeso bosque de abetos oscuros y la luna se refleja solitaria en el agua negra.
Me siento y suspiro. Han sucedido muchas cosas y lo que más me alarma ha sido el comentario que oí antes, solo un mordisco más y un intercambio y me convierto en vampiro pero, no es eso lo que quiero. En este momento entiendo a mi madre, todo debería seguir su cauce y si mi destino es ser una lamia pues, lo seré.
Y el chico ese, el suceso del sueño, me tiene confundida. Nunca en mi sano juicio me dejaría hacer el amor por un desconocido y, después está la melodía de la flauta…estoy segura que me hechizo de alguna manera y me da miedo saber que uno de mis enemigos tiene el poder de controlarme.
El silencio me envuelve y empiezo a pensar que no ha sido tan buena idea venir sola a un lago en medio de la nada. Me incorporo y me sacudo los pantalones, ya que veo que ha llegado el momento de volver a casa y, al levantar la vista me quedo petrificada.
Al otro lado de la orilla hay un montón de sombras cuyos ojos, brillantes, me observan. Intento moverme pero mis piernas no responden y, por mi desgracia, empiezan a caminar hacia donde yo estoy.
Necesito salir de aquí o pedir ayuda, si estuviera aquí Van… ¡me siento estúpida por ponérselo tan fácil a mis enemigos! Y cuando me voy a dar cuenta, unas manos me tapan la boca y me tiran para atrás.
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Sorpresa! muahaha creiais que lo iban a tener tan facil Van y Shawn? pues no :P
Ahora se va y..cunado regresara? aaah...
Y ahora atacan a Shawn..que tendra esta chica en la mente.. ains...
Espero que os guste :)
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